Caballería maleante: 4

16/03/2011 1.783 Palabras

Caballería maleante Capítulo IV de Joaquín Dicenta Por la puerta de la habitación entró un hombre de cuarenta a cuarenta y cinco años, carirredondo, de entrecano bigote. Era su estatura mediana y su actitud tambaleante, como de quien ha convertido en bocoy su estómago. Llevaba caído contra la nuca el ancho sombrero y empuñaba un rifle con la diestra nervuda mano. Vestía a lo hombre acomodado de la clase media campesina y dejaba ver, por entre el chaleco, una camisa de cuello bajo, sin planchar. Polainas de cuero negro le llegaban hasta la media pierna. A no oír su nombre, hubiérale tomado Manolo por un labrador rico, que retornaba de la caza con más vino en el cuerpo que perdices y conejos en el morral. -A la paz de Dios tós -dijo el bandido, saludando. -Servidor -repuso Manolo con voz trémula, levantándose de su asiento. -No hay que molestarse por mí; siga la diversión. Amigo, siéntese, que no soy pa muchos cumplimientos. Vosotras a lo que estábais,...

This website uses its own and third-party cookies in order to obtain statistical information based on the navigation data of our visitors. If you continue browsing, the acceptance of its use will be assumed, and in case of not accepting its installation you should visit the information section, where we explain how to remove or deny them.
OK | More info