Ana Karenina VI: Capítulo IX
Ana KareninaSexta parte: Capítulo IX de León Tolstoi –Dinos qué itinerario vamos a seguir –preguntó Oblonsky. –El plan es éste: ahora nos dirigiremos a las tierras pantanosas donde abundan las fúlicas. Después de Grozdevo empiezan magníficas marismas llenas de chochas y también de fúlicas. Ahora hace calor, pero como hay unas veinte verstas, llegaremos al oscurecer, y a esa hora podremos cazar... Pasaremos la noche allí y mañana seguiremos hacia los grandes pantanos. –¿No hay nada por el camino? –Sí; pero tendríamos que detenernos, y hace tanto calor... Hay dos lugares excelentes, pero dudo que hallemos algo en ellos. Levin sentía deseos de pararse en aquellos lugares, pero como distaban poco de casa, podía ir a ellos siempre que quisiera. Además eran sitios reducidos, y había poco espacio para los tres. Por esta causa les mintió diciéndoles que allí había poca caza. Mas, al pasar ante una de las pequeñas marismas, ante las cuales Levin trataba...
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