Ana Karenina III: Capítulo XIV
Ana KareninaTercera parte: Capítulo XIV de León Tolstoi Al acercarse a San Petersburgo, no sólo Karenin había adoptado su decisión de una manera definitiva, sino que hasta redactó mentalmente la carta que iba a escribir a su mujer. Entró en la portería, vio las cartas y documentos que le habían llevado del Ministerio y ordenó que los llevarán a su gabinete. –Apaguen y no reciban a nadie –contestó a la pregunta del portero, con satisfacción que denotaba su buen humor, acentuando la frase «no reciban». Ya en su gabinete, Karenin paseó recorriéndolo dos veces en toda su longitud y se detuvo ante su gran mesa escritorio, en la que había seis velas encendidas que había puesto allí su ayuda de cámara. Luego hizo crujir las articulaciones de sus dedos, se sentó y comenzó a arreglar los objetos que había en el escritorio. Con los codos sobre la mesa y la cabeza inclinada de lado, reflexionó un momento y luego escribió sin detenerse ni un segundo. Escribía...
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