Se ha repetido en muchas ocasiones que el concurso internacional de proyectos para la construcción del Casino de Madrid —el primero de sus características celebrado en España— constituye uno de los acontecimientos fundamentales en la historia de la arquitectura madrileña de principios del siglo xx y, en concreto, en la evolución del modernismo.1 Ciertamente, este episodio refleja de modo inmejorable, además del grado de desorientación imperante en el panorama arquitectónico, la confluencia de diversos influjos estilísticos que caracteriza al eclecticismo madrileño, ejemplificando a la vez el contradictorio fenómeno de aceptación/rechazo que sufrió el modernismo dentro de su contexto. Muchas son las causas de tal trascendencia: la numerosa participación extranjera, la variedad de las propuestas presentadas, las incidencias de su desarrollo, la enorme repercusión periodística y la intensa controversia que generó su polémico fallo —fue declarado desierto—. Todas...