En 1883, con motivo de la intención de un grupo de estudiantes de la Universidad de La Habana de publicar un semanario científico literario nombrado El Estudio, la Crónica Médico Quirúrgica de La Habana expuso su apoyo a la idea en estos términos: «nosotros como ellos creemos que las Universidades, como todas las Corporaciones, deben tener un órgano, fiel manifestaciónde sus labores, eco de sus tendencias y sus aspiraciones ».[1] Años más tarde, en la sesión solemne del 19 de mayo de 1917 por un aniversario más de la Academia de Ciencias, decía su Presidente Santos Fernández: «Los más grandes anhelos de nuestra vida han sido (...) las asociaciones y la prensa, ésta última es un elemento indispensable de las primeras porque hoy no se pueden concebir las unas sin las otras, sobre todo, para dar sazonados frutos el progreso social».[2] La prensa dedicada a la temática científica se convirtió, sin lugar a duda, en el mejor auxiliar y complemento del...