Mención aparte merecen las sociedades de jóvenes estudiantes surgidas en al ámbito de la enseñanza universitaria. El primer intento de esta naturaleza data de 1881, cuando un grupo de alumnos de primer año de la carrera de medicina se propuso formar una denominada Sociedad Filiátrica de La Habana, con el objeto de «practicar el estudio de todos los ramos que comprende la Ciencia Médica y de prestar cuantos servicios estén dentro del círculo de sus atribuciones». La idea se puso en marcha con rapidez y en las elecciones para constituir la Directiva, formada por un Presidente, un Vicepresidente, un Secretario, un Vicesecretario y un Tesorero, fueron designados como Presidentes de Honor cinco renombrados científicos y profesores universitarios. Las sesiones tendrían lugar los sábados a las 7:30 pm, con la disertación de un ponente. Esa noticia fue acogida con agrado por la Crónica Médico Quirúrgica de La Habana, que de inmediato ofreció sus páginas a la proyectada...