Un nuevo amanecer del asociacionismo científico coincidió con la llegada de la década de 1890. Esto se manifestó no sólo en la reactivación de algunas de las sociedades ya establecidas, como se ha podido ver en los casos de la Asociación Médica de Socorros Mutuos y la Sociedad de Estudios Clínicos, sino también en la aparición de otras nuevas. En este sentido influyó la favorable impresión dejada por el Congreso Médico celebrado justo al iniciarse la década. Tampoco se podría desestimar el ejemplo de las anteriores sociedades junto a los modelos extranjeros, así como la mejoría del panorama económico en la Isla. Lo cierto es que la oleada asociativa de la primera mitad de los noventa mostró una vitalidad y originalidad sin precedentes. En abril de 1890 la Crónica Médico Quirúrgica daba a conocer que habían comenzado a organizarse en barrios de la capital unos denominados Cantones Médicos: «asociaciones de médicos, farmacéuticos y comadronas, con el fin...